Disley

Soy nacida en la Habana, Cuba. Crecí rodeada de mucha danza, ya que mi tía con quien me crié es maestra de ballet, por eso creo que antes de caminar ya había intentado mis primeras “murumacas” de danza.

Estudié en la Escuela Elemental Alejo Carpentier de Ballet (conocida por generaciones como L y 19) de donde salieron muchísimas generaciones de bailarines y profesores cubanos, luego ingresé a la Escuela Nacional de Ballet para estudiar la preparatoria y más tarde para el año  2001 continué mis estudios en el Instituto Superior de Arte de Cuba (ISA) – hoy Universidad de las Artes –, obteniendo Título de Oro en dicha especialidad. Durante esta etapa trabajaba a la par como maestra de Ballet en la misma escuela en donde tuve mi primera formación.

Mi pasión por la danza siempre fue más allá de bailar, para mí el salón y las vivencias que tengo en él son lo más importante, es todo aquello que me queda; creo que por esta razón decidí enseñar y convertirme en maestra, eso sin quitar la gran herencia de mi tía Silvia Rodríguez, que es la mayor influencia que tengo en la rama de la pedagogía.

Me gusta cuidar de mis alumnos dentro y fuera del salón de clases, es por eso que me convierto en una polilla para ellos, pues siempre estoy buscando las diferentes  maneras de cuidarlos de lesiones y de apoyar a que su bienestar como seres humanos esté por encima de bailar. Ese conocimiento lo comparto a los demás pues dicto conferencias para el cuidado del bailarín.

Además de ser maestra de ballet, danzas de carácter y de salón, mi pasión por enseñar me ha llevado a montar diversas coreografías y desarrollar programas de estudio para la danza como lo es el programa Life Movement que combina la danza y los valores.

He tenido oportunidad de presentar mis coreografías en diversos concursos a nivel internacional como son el Youth America Grand Prix (YAGP) , Word Ballet Competition, International Ballet Competition y el  Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil de México, en los cuales a través del trabajo conjunto con mis alumnas hemos logrado medallas y la obtención de becas para  su crecimiento como bailarinas.

Creo fielmente que todo lo que hasta hoy he logrado sin duda en gran medida ha sido por el apoyo de mi familia: mi pequeña hija que sin saber que pasa realmente espera horas a que mamá salga del salón o del teatro y se emociona y aplaude gritando ¡bravo!  (Cuando  mis alumnos hacen pose final y ella  entiende que terminaron de bailar)  o gracias a los sabios  consejos de mis familiares aunados a la paciencia e incondicional compañía de mi esposo.

Cada día en el salón de clases es una experiencia de aprendizaje para mí, en donde la mayor alegría me la ofrecen mis alumnas más pequeñitas quienes me llenan de retos; creo que ellas son la parte de mi trabajo que más energía me consume, pero son ellas mismas quienes me mantienen en movimiento durante todo el curso y me sacan miles de sonrisas con sus ocurrencias.

Al final del día creo firmemente que más allá que danza les enseño a ser mejores personitas, seguras de sí mismas, responsables, llenas de amor con ganas de compartir y de crecer para enfrentar pruebas. Me alegra saber que pueden llegar a su casa hablando de valores y mostrando su crecimiento dancístico.

Sueño con seguir aprendiendo y escribir un libro de ayuda para bailarines y maestros en donde pueda argumentar la importancia del cuidado del cuerpo en el desarrollo del ejercicio.

Me emociona saber que aún quedan muchas experiencias por vivir.

Tengo muchas películas de danza que me gustan y me han inspirado a lo largo de mi vida, las primeras que me vienen a la mente son: “El último bailarín de Mao”,  “Billy Elliot”  y “Ballet 422”

Las bailarinas que marcaron mi carrera desde siempre fueron Alihaydee Carreño (cubana)/Instagram/Twitter, Sylvie Guillem (francesa) y Svetlana Zakharova (rusa)/Instagram / Twitter . Además de sus  líneas fabulosas, la esencia y dramatismo de sus interpretaciones han sido una clara herencia para mi trabajo coreográfico.

En  cuanto a libros prefiero los que abordan temas kinesiológicos aplicados a la danza como lo es “Técnica de la danza. Anatomía y Prevención de lesiones” del escritor Justin Howse